domingo, 11 de marzo de 2012

Hoy, los medios rescatan el olvido, mañana se habrá olvidado.

Hoy la televisión, la radio y los periódicos estarán plagados de recuerdos. Ocho años de los atentados del 11-M. Un año del terremoto y posterior tsunami que asoló el Este de Japón.

Algo que me sorprende especialmente de los medios es la capacidad de olvidar y rescatar noticias cuando se cree oportuno. Me explico. Olvidarlas cuando dejan de ser actualidad. Todos los periodistas conocen los valores noticia y saben por qué un acontecimiento llega a tener la categoría de noticia. Pero aquí entra en juego un valor que se está dejando apartado: la función social.

¿Qué sabemos a día de hoy de las más de 343.000 personas que siguen desplazadas de sus hogares? ¿Qué sabemos de los llamados "héroes" de Fukushima? ¿Quién ha ayudado a levantar las ciudades devastadas?
Durante unos días, se abrieron múltiples cuentas para ayudar a los japoneses, se hicieron reportajes, entrevistas a los afectados pero la carga informativa iba disminuyendo hasta que desapareció. Hoy, será rescatada.
Fuimos injustos. Nos preocupaban las consecuencias mundiales que tendría el accidente nuclear, la radiación se extendía entre las calles como el agua por los ríos... Evidentemente, nos encontrábamos ante un gran problema pero, ¿las naciones han ayudado suficientemente a resolverlo? Japón, ha luchado en silencio por devolver la vida a cada rincón.

Con los atentados del 11-M pasará algo similar. Se rescatarán las declaraciones de testigos y me temo que los medios jugarán con los sentimientos más que informar con objetividad y sentido. Se reabrirá un debate en torno a los culpables del mismo. ¿Por qué a día de hoy no sabemos quiénes fueron los verdaderos autores de la masacre? ¿Por qué participaron personas que no eran musulmanas? ¿Por qué aparecen numerosos confidentes policiales en la trama? ¿Dónde están las 90 toneladas de restos de vagones que han desaparecido? Incluso, se reabrirá un conflicto entre PP y PSOE, siempre tirándose lo trastos pero sin dejar nada claro.

Lo único que sé, es que no sabemos nada. Hoy, los medios rescatan el olvido, mañana se habrá olvidado.

Los medios desatienden, no realizan un seguimiento con las noticias que verdaderamente lo merecen y sin embargo, siguen otras por el simple morbo que provocan. Los medios a veces difunden un mensaje distorsionado que nada tiene que ver con la realidad que deberían contar. Los medios se alejan de sus valores y sus funciones porque están inmersos en las políticas empresariales que los dirigen, porque no olvidemos que son empresas. Pero tampoco debemos olvidar que esta profesión se creó para contar lo que nadie cuenta y para informar a la sociedad con la mayor objetividad posible.

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