martes, 18 de junio de 2013

Tomadura de pelo

Según  el informe del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) del 2011, uno de los más relevantes que mide la percepción de corrupción en 186 países, España se sitúa a la cola de los 15 de Europa. Con una nota de 6,2 sobre 10, pasamos del notable de hace unos años al bien. España es el único país con más de un millón de habitantes que no tiene una Ley de Transparencia y donde los ciudadanos no disponen de un portal de acceso a los más de 20.600 organismos públicos que hay en España. 
Nos están tomando el pelo. ¿Hasta qué punto los ciudadanos son la parte más significativa de un país? Tengo la triste percepción de que éstos no son más que una gran marioneta manejada a manos de una serie de incompetentes que no los representan. Que si el PP y sus tesoreros, que si el caso Gürtel, que si el caso Nóos, que si el caso de los EREs falsos en Andalucía... y un sinfín de tomaduras de pelo a la sociedad española.
De todo esto lo que más me molesta es la impunidad con la que son tratados la mayoría de estos personajes. Una fianza, como mucho, y puedes seguir ejerciendo a tu libre albedrío.
La monarquía no se queda corta. También quiere formar parte de esta pandilla. Podría hablar del Rey y de algunas de sus desafortunadas actividades y amistades, pero no es el caso. Esta vez la Infanta Cristina es el centro de la noticia. Ya en su momento, la prensa destacó, como es evidente, la imputación a la Infanta; pero también hizo hincapié en el golpe que dicha imputación daba a la imagen del Rey. Yo no sabía que en un estado social y democrático de derecho la Justicia diera golpes. Pero a día de hoy ya lo sé. La Justicia sí que los da. Se los hace llegar a la sociedad con su manera de actuar. 

Aquello de la Infanta se quedó en prácticamente nada y hoy ha trascendido la noticia de que Hacienda atribuye el enredo de las fincas de la susodicha a un error con su DNI. ¡Vaya faena! Un DNI que por cierto tiene una numeración especial al tratarse de la Familia Real; sólo tiene dos cifras. ¿Cómo han podido cometer un error tan garrafal? ¿Cómo piensan justificarlo? ¿Esto conllevará alguna consecuencia? Yo no me lo explico y lo que es peor, creo que no pasará absolutamente nada. Lo que está claro es que si ocurriera con un ciudadano, la cosa cambiaría. Y mucho.

lunes, 3 de junio de 2013

Tratamiento del lenguaje

Actualmente, vivimos en una sociedad globalizada, mezcla de culturas, con una creciente interdependencia entre los distintos países del mundo a nivel económico, tecnológico y social. Lejos de formar una estructura rígida entre todos los que la componen, las distancias parecen ensancharse, obteniendo como resultado el mismo comportamiento racial hacia el otro. 

Gracias al imparable desarrollo tecnológico, a nivel comunicativo, las puertas hacia prácticamente cualquier rincón de la sociedad se han abierto de par en par, dejando entrever, en ocasiones, situaciones de discriminación racial. Internet es una ventana abierta al mundo, donde la interactividad entre personas  de diferentes lugares, culturas e ideas conviven en el espacio virtual. Es por ello que muchos consideran que en Internet se encuentran muchas situaciones de discriminación racial y cultural. Pero, indudablemente, ese espacio infinito que conforma Internet tiene otras características que ayudan y fomentan la convivencia entre todos. Lo único que hay que hacer es saber utilizarlas de la manera más tolerante.

Los medios de comunicación, tanto en soporte digital como en papel, contribuyen al igual que Internet, directa o indirectamente, a mantener ciertas situaciones lábiles. El lenguaje que utilizan los medios de comunicación puede ser entendido como intolerante en ciertas ocasiones. Y esto, es lo que verdaderamente nos debe empezar a preocupar, puesto que los mensajes que transmiten los medios a la opinión pública pueden llegar a estigmatizar a ciertos colectivos culturales y raciales. 

En los medios, no es nueva la asociación de la delincuencia con los inmigrantes. En esta noticia explican la nacionalidad de los detenidos y a continuación una serie de palabras que los estigmatizan: delincuencia, ladrones, extranjeros, violentos, apuñalar, víctimas, pegar, puñetazos, peligroso, inseguridad, daño. Cada vez que se menciona a una persona por su origen territorial o su raza para identificarlo de manera despectiva, se discrimina su lugar de procedencia y su etnia.


En estas dos últimas noticias, que versan sobre lo mismo, vemos un tratamiento del lenguaje diferente. La nacionalidad sale a relucir por un sujeto afectado de la misma; el detenido presuntamente por intentar quemar a su mujer e hijo (en la noticia publicada por El País). ¿Qué importancia tiene la nacionalidad cuando la relevancia de la noticia radica en el presunto delito que ha cometido? De tener algún tipo de importancia, ¿por qué no se expone, del mismo modo, la nacionalidad del resto de sujetos afectados?

El periódico ABC obvia la nacionalidad del detenido y del resto de sujetos afectados en la noticia. Esto no es distintivo ni característico de un periódico u otro, pero muestra que la discriminación en estas situaciones lábiles se produce a partir de la asimilación del suceso con el origen de quienes lo han realizado, creándose una conciencia social inconsciente, cuando lo que tendría que haberse producido es la reprobación del acontecimiento.

A partir del lenguaje se puede crear una igualdad plena de convivencia. Y puede hacerse porque éste tiene cierta autoridad ética y moral que se manifiesta por las personas que de él hacen un buen uso. Qué mejor ejemplo pueden dar los profesionales de la comunicación a la sociedad que saber utilizar el lenguaje, símbolo que nos caracteriza y define como persona.

PD: Reflexiones obtenidas tras la elaboración de un trabajo para la universidad. El tema me parece sumamente interesante y quería compartir mi punto de vista sobre el tratamiento que dan los medios a ciertos colectivos y que da lugar a situaciones lábiles que se pueden evitar con el buen uso del lenguaje. Y tú, ¿qué piensas?